Obras
Misionales Pontificias se une al dolor y a la plegaria de la familia de sangre
y religiosa del hermano Manuel. Sentimos su muerte, como la sienten los
misioneros al tener noticia de la muerte de uno de los suyos. Sin embargo, en
estos momentos de dolor, renace en ellos la esperanza y la fidelidad para
seguir estando donde están esos hermanos suyos a los que sirven. Su testimonio
de vida sigue siendo necesario punto de referencia.
Pedimos
a Dios por el hermano Manuel, que desde el cielo seguirá cuidando de los más
necesitados, de los enfermos. Hacemos votos para que la sociedad universal, en
la persona de los científicos, encuentre pronto la respuesta adecuada a esta
enfermedad, que tanto dolor y desasosiego está originando en algunos
territorios de misión.
D.
Anastasio Gil García
Director Nacional de las OMP en España
Director Nacional de las OMP en España