
A la
“trata de personas, la silenciosa barbarie del siglo XXI”, dedica Misioneros su sección “Primer plano”,
para poner de manifiesto que, en nuestros días, más de 20 millones de personas
–sobre todo, mujeres y niños- se ven obligadas a sufrir trabajos forzados,
entre ellos, la explotación sexual. Cifras aterradoras, como señala el nuevo
secretario general de la OEA, Luis Almagro. Y lo peor, en su opinión, es la
inacción para poner remedio a este negocio que se codea, casi en pie de
igualdad, con el narcotráfico y con el tráfico de armas, lo que implica una
preocupante complicidad moral. El reportaje da a conocer también las diversas
iniciativas que la Iglesia católica, a través de múltiples organismos, ha
puesto en marcha para combatir estas formas de explotación y atender a las
víctimas. Porque estas tiene rostro y voz: “No podemos taparnos los oídos ante
sus gemidos, ante sus gritos y llantos”.
La
sección “Iglesia a fondo” de la revista se centra en “Uganda, perla y tesoro de
la Iglesia”. Desde que el anuncio de la fe llegó a esta nación, la Iglesia
local ha estado acompañando a la gente en sus alegrías y en sus penas, siendo
faro de luz y de esperanza, muy especialmente, en los varios periodos de crisis
por los que ha pasado este país. Otros artículos a tener en cuenta en la
edición de mayo de Misioneros es la
entrevista al cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de
Caritas Internationalis, quien reconoce que “los que sufren me están enseñando
a amar y a tener esperanza”; o la “Misión Viva” dedicada a la iniciativa SOS
Refugiados en Red; sin olvidar las secciones de “En el objetivo” y “Cultura”,
que analiza la figura del papa Francisco como “filón editorial y muchos más”.