
Ayudados por sus padres, catequistas y párrocos, han ido conociendo las realidades de otros niños,la labor de los misioneros y han rezado por ellos; estos niños
han hecho suyas las palabras de Jesús: “En
verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con estos, mis hermanos más
pequeños, conmigo lo hicisteis”. (Mt 25,40).
¡Qué alegría recibir
a Jesús por primera vez y compartir con los más pobres, el mismo día”.
¡Gracias a estos “pequeños misioneros”!