El sábado tenía lugar la primera edición de la entrega de los premios misioneros de Obras Misionales Pontificias. Estos galardones, con el nombre de dos de los fundadores de la institución –“Beata Pauline Jaricot” y “Beato Paolo Manna”-, reconocieron a los misioneros Gloria Cecilia Narváez (FMI) y Pier Luigi Maccalli (SMA), ambos víctimas de secuestro por parte de grupos yihadistas; y a Ana Álvarez de Lara, expresidenta de Manos Unidas y Misión América. Los premiados compartieron su experiencia desde el Invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela en Madrid y animaron a seguir colaborando con el Domund, que se celebraba ayer, 23 de octubre.
“Este acto lo celebramos por amor a los misioneros”, afirmó José María Calderón, director de OMP España, en su intervención final. Según explicó, en este año 2022 Obras Misionales Pontificias celebra los 200 años desde que nació la primera de las Obras, y 100 años desde que fueron asumidas por el Santo Padre como Obras Pontificias. Por ello, se ha querido crear para el futuro unos premios misioneros, cuyas categorías asumen el nombre de dos de sus fundadores, que han sido proclamados beatos. El premio “Beata Pauline Jaricot”, para misioneros como reconocimiento a su vida y testimonio; y el premio “Beato Paolo Manna” para personas o instituciones que hayan apoyado o dado a conocer la labor de los misioneros y de la Iglesia en la misión.