OMPRESS-SRI LANKA (12-07-16) La Iglesia de
Sri Lanka ha querido vivir en toda su profundidad el Año de la Misericordia y
esto se nota en multitud de iniciativas.
El obispo de Chilaw, en el noroeste de este
país-isla del Océano Índico, Mons. Balance Mendis, ha pedido a sus sacerdotes
que ahorren en la celebración de las fiestas del año litúrgico para ahorrar
fondos para los pobres. La diócesis busca que todos tomen conciencia del Año de
la Misericordia con programas y actividades en las aldeas y comunidades. De
hecho, como explicaba a UCANews el padre Prasad Chaminda, “estamos construyendo
50 casas para gente sin hogar; lo hacemos gracias al apoyo de gente de buena
voluntad”.
El padre J. P. Jebaratnam, vicario general de
la diócesis de Jaffna, que fue el epicentro de tres décadas de guerra civil,
espera que el Año de la Misericordia sirva de ayuda en el proceso de
reconciliación de Sri Lanka. Estamos enseñando a los jóvenes “a perdonar y a sanar
interiormente”, decía.
El padre Upul Silva, de la diócesis de
Kurunegala, uno de los “misioneros de la misericordia” nombrados por el Papa
Francisco, declaraba que estaba visitando numerosas comunidades del país para
educar a los católicos en la importancia de este año. “El significado de la
palabra ‘misericordia’ no lo comprenden plenamente muchos de nuestros
católicos”, decía. “Yo enseño que el acto de misericordia de un cristiano viene
del propio sacrificio.
Hace poco, Sri Lanka se vio afectada por graves
inundaciones y al menos 4.000 casas quedaron dañadas y más de 319.000 personas
se vieron desplazadas. Los católicos aprovecharon esta oportunidad para mostrar
sus corazones misericordiosos. Comenzaron de inmediato a recoger bienes de
primera necesidad como alimentos y medicinas para los afectados. La mayoría de
las asociaciones de Iglesia donaron dinero ahorrado de sus peregrinaciones y
celebraciones anuales.
Pero no todo han sido actividades ad extra.
En la diócesis de Kandy decidieron establecer un equipo de laicos para
promocionar el conocimiento de la Biblia. 45 laicos de nueve parroquias se
prepararon y establecieron grupos de estudio bíblicos. También en la
archidiócesis de Colombo se preparó a laicos de centros educativos tamiles,
singaleses e ingleses para educar a catequistas y fieles en la vivencia del Año
de la Misericordia. Al final de cada taller, todos se comprometen en alguna
actividad, como la visita de enfermos o el acompañamiento de ancianos.
A petición del cardenal Malcolm Ranjith,
arzobispo de Colombo, en cada parroquia hay un confesionario abierto 24 horas a
quien quiera confesarse. Se ha preparado además un folleto sobre la importancia
de la confesión para distribuirlos entre niños y jóvenes. La “Puerta Santa”
abierta, tanto en la Basílica de Nuestra Señora en el Santuario de Tewatta como
en la catedral de Colombo, ha recibido a peregrinos que quieren vivir
plenamente este Año jubilar.
Hace unas semanas, en Tewatta tuvo lugar la
celebración de la Jornada de Infancia Misionera. Cerca de 5.000 niños se dieron
cita en el santuario. Uno de ellos decía: “Nuestro obispo nos insiste en que
andemos esa milla más que pide Cristo, como sus seguidores, para compartir la
misericordia como el Padre Celestial”.