Con el objetivo de llevar a la vida lo que se aprende en catequesis, los chicos de la parroquia de San Vicente, catequistas, voluntarios y padres, realizaron durante toda la mañana un rastrillo misionero en los atrios de la basílica, vendiendo todo tipo de objetos (juguetes, ropa, libros, artículos de decoración, perfumes, …), donados por familias, comercios abulenses y los propios niños y jóvenes .
Un año mas, la alegría fue el sentimiento que al finalizar el rastrillo reinaba en todos los que, durante las ultimas semanas, se han esforzado para que todo estuviera preparado.
.."trabajamos para que Jesús sea el mejor amigo de estos niños y jóvenes y el motor que les mueva a querer y a compartir con los mas pobres, para que la humanidad sea algún día la gran familia que Dios quiere".