“Hermana: ¿Cómo es posible que me
quieras... ¡por nada!?”Esta es la pregunta que Antonia nos contaba esta mañana
que le hacían las mujeres necesitadas, a las que durante casi cincuenta años ha dedicado
su vida, en Chile.
Hoy ha visitado nuestra
Delegación Antonia Collado y su hermana Úrsula, ambas son además de hermanas de
sangre, “hermanas” Religiosas Adoratrices. Han pasado un rato con nosotros, contándonos
muchas cosas… Antonia lleva casi cincuenta años en países de misión, dos en
Bolivia y el resto en Chile, allí fundamentalmente a dedicado su vida a las
mujeres necesitadas, a cuidarlas, a atenderlas, y sobre todo, según sus propias
palabras. “a quererlas”. En la actualidad está en la enfermería provincial,
allí cuida sobre todo de las hermanas mayores, la mayoría en fase terminal, “atendiéndolas
con todo mi cariño” –dice Antonia.
Úrsula está en Alicante trabajando con mujeres
excluidas socialmente…con las que forma ¡una familia!
Hoy una vez más hemos comprobado
la grandeza de nuestros misioneros y misioneras, ellos son los que dan el
auténtico sentido a nuestro trabajo, y nos recuerdan lo que significa hacer las
cosas respondiendo sin reservas a la llamada del Señor, con inmensa alegría y
entrega.
Gracias a las dos, que Dios os
bendiga y os premie todo el bien que hacéis.